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Misión

Intentar desmenuzar las razones de la permanencia y el crecimiento de un emprendimiento, encarado en un país con tan cambiantes reglas de juego y tan impiadoso con la conservación del ahorro y del esfuerzo, no es tarea fácil. Tal vez el secreto palpite en la sede de la Cooperativa, en sus asociados y en la actividad que allí se realiza, y también puede que, para terminar de entender, debamos bucear algo más, hasta donde radican las diferencias entre empresas comercializadoras comunes, y el espíritu y la razón de ser que motoriza la acción cooperativa.

El agobio de décadas de incertidumbres y cambios de rumbo económico, determinan que la existencia y persistencia en el tiempo de nuestra Cooperativa sea vista (por supuesto que a nuestro pesar) como una ejemplar singularidad.

Como nosotros, también aquellos habitantes de Otamendi de comienzos de la década de 1950 eran puestos a prueba por urgencias diversas: no resultaba un problema menor que, a consecuencia del crecimiento de la ciudad y su población, se hubieran visto superadas las posibilidades de una adecuada provisión del servicio de energía eléctrica, situación ésta sin solución a la vista. Si bien tantas veces las grandes dificultades suelen paralizar, también otras tantas pueden convertirse en disparadores de acción: un grupo de vecinos, entendiendo que la única alternativa posible pasaba por sus propias manos, enfrentó la desfavorable realidad mediante una solución basada en la cooperación.

El día 2 de marzo de 1952 en el Cine-Teatro Dionisia, 168 vecinos dan forma a la Cooperativa de Electricidad de Dionisia Ltda. El 9 de marzo de 1954 se le otorga la concesión del Servicio Eléctrico Urbano por Decreto Municipal Nº 38, ratificado por Ordenanza Nº 65/80 del 26 de noviembre de 1980. El 17 de mayo de 1968 se interconecta al sistema provincial con DEBA y unos meses más tarde, el 1 de diciembre de 1968 se interconecta desde la Sub-Estación Otamendi, el primer servicio Rural, la Planta de Vuotto, Trama y Cía.

Con la voluntad y las ganas de seguir mejorando la calidad de vida de los otamendinos, se comienza a trabajar para abastecer con agua potable a la ciudad. El 21 de noviembre de 1970 se celebra el convenio con el SPAR para la construcción de redes de distribución y tanque de reserva y el 1 de marzo de 1974 se comienza a brindar el Servicio de Agua Potable.

Por el año 1996, se presenta a la Municipalidad de General Alvarado el proyecto de construcción la Red de Colectoras y Planta de Tratamiento de Efluentes Cloacales, una obra de saneamiento de gran importancia por los beneficiosos efectos que produce en el medio ambiente, significando la eliminación de los pozos absorbentes, y suprimiendo la contaminación que producen en las napas subterráneas explotadas por la Cooperativa para brindar agua potable a la comunidad. Luego de varias Asambleas, en el año 2002 el Consejo Deliberante solicita la actualización de los costo de construcción y servicio, sancionando la Ordenanza Nº 208/02, promulgada por decreto Nº 789/02, mediante los cuales se aprueba el Proyecto Ejecutivo para la construcción de la obra Red de Colectoras y Planta Depuradora Cloacal correspondiente a la primera etapa, declarando a la misma de utilidad pública y dejándola sujeta a la aprobación de una Asamblea de Asociados, la cual se realiza el 12 de octubre de 2002 y aprueba la realización de la misma. El día 14 de febrero de 2003, se dio inicio a la construcción y el día 24 de mayo del 2004, se hace la recepción provisoria de la obra por parte del Municipio, librándose el Servicio de Cloacas.

Metas

En este camino de trabajo para mejorar la calidad de vida de los otamendinos, en el año 2002 surge la inquietud de trabajar con un tema muy especial y preocupante para el cuidado del medio ambiente: la basura. Por esto, se convoca a representantes de distintas instituciones educativas, sociales e intermedias, quienes meses después conforman el Programa Calidad de Vida para Otamendi, BA-RE (basura reciclada). A través de este programa y de un trabajo en red con las distintas instituciones, se logra una concientización de la población sobre la importancia de reducir y reciclar la basura. Alumnos de los distintos establecimientos educativos llevaron a cabo campañas de concientización e información puerta a puerta y a través de los distintos medios de comunicación. Si bien no se pudo concretar el objetivo más importante, contar en esta localidad con una Planta de Procesamiento de Residuos Sólidos Urbanos, si se logró plantear la problemática a los vecinos comprobándose que los mismos responderían positivamente al momento de colaborar para que este problema tan preocupante se pueda solucionar. El tema quedo planteado a nivel Municipal, tal vez en un futuro se pueda volver a abordar y concretar.

Y como sucedió en los años 50, los miembros del Consejo de Administración eran puestos a prueba nuevamente en el año 2007, cuando un grupo de asociados plantean la necesidad de contar con una educación distinta para sus hijos, basada en valores, los cuales se estaban desdibujando en las otras instituciones educativas. Y como sucedió entonces el desafío no los paralizó, demostrando que ese espíritu de sus antecesores seguía vivo y latente, se pusieron en marcha en un nuevo proyecto, la creación de una ESCUELA. En Asamblea se pone en consideración de los asociados la modificación del Estatuto para que el objeto social contemple a la Educación como otro servicio ha brindar por la Cooperativa. Aprobada la modificación, se comienza a trabajar en el nuevo proyecto educativo. El 2 de marzo del 2008, se inaugura el CED “Centro Educativo Dionisia”, una escuela que trabajará con los principios cooperativos, formando alumnos críticos, responsables y autónomos a través del desarrollo de los valores de ayuda mutua, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Se apuesta a una educación de calidad, poniendo el acento en la excelencia académica y en la formación de un ciudadano integro. Esta escuela depende de DIPREGEP, y en sus comienzos brindaría enseñanza de nivel primario a niños de 1° a 4° año, para ir ampliándose paulatinamente hasta cubrir la totalidad de la primaria y la secundaria. El CED apunta a una transformación cultural, capacitando a los alumnos para una mejor inserción en el nuevo y dinámico medio social y laboral. Especializándose en la enseñanza de inglés intensivo y las nuevas tecnologías aplicadas a los contenidos educativos para que los alumnos tengan siempre el valor agregado necesario para insertarse adecuadamente en la sociedad. Nuevamente como en el pasado una dificultad o desafío fue el disparador para la acción.

Hoy, aquí, esta realidad de la Cooperativa es el ejemplo tangible, cotidiano, comprobable, de la posibilidad de atacar con éxito en forma mancomunada emprendimientos que exceden las posibilidades de la persona aislada.

Si lo que un individuo requiere para satisfacer determinadas necesidades solo se consigue asociándose con otros en un pie de igualdad, sin por ello resignar cada uno el control y la propiedad, entonces lo que está necesitando es organizarse en cooperativa. Y precisamente, esta celebración prueba de que eso fue factible en el pasado, lo es en el presente y será posible lograrlo en el futuro a poco que esas personas se lo propongan.

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN